Ciudades Imperiales | Viajes de solteros[COMPLETO]

¿Pensando en unas vacaciones para singles realmente únicas? Si es así, nos hemos adelantado, diseñando un itinerario para que disfrutes de unos días de relax en los enclaves más fotogénicos de Europa central. Con este viaje de solteros descubrirás tres de sus capitales más bellas, en un completo circuito guiado para que no te pierdas ningún detalle. Praga, Budapest y Viena, No le des más vueltas: si quieres conocer la Europa imperial, ¡éste es tu viaje!

Día 1. Ciudad de origen - Praga

Salida en vuelo de línea regular con destino Praga. Llegada y traslado colectivo al hotel. Alojamiento.

 Día 2. Praga (Staré Mesto - Josefov)

Desayuno-buffet. Visita panorámica al barrio de Staré Mesto, el casco antiguo de Praga. Iniciaremos la visita paseando por el barrio judío (Josefov), testimonio del que fue el mayor gueto de Europa Central. Continuación hasta la plaza Vieja, donde podremos admirar la iglesia de Nuestra Señora de Tyn y el ayuntamiento, con el reloj astronómico del s. XV. Almuerzo durante la visita. Visita de la iglesia barroca de San Nicolás, el puente de Carlos, la plaza de la República donde se encuentran la casa municipal y la peculiar torre de la Pólvora. Posteriormente, paseo en barco por el río Vltava. Cena y alojamiento.

Día 3. Praga (Hradcany - Malá Strana)

Desayuno-buffet. Traslado a Hradcany, el barrio del castillo de Praga. En el centro del barrio destaca la basílica de San Jorge, la iglesia románica mejor conservada de la ciudad. Visita del palacio Antiguo y recorrido por el callejón de oro. En el recinto del castillo, visitaremos la nave principal de la catedral de San Vito. Almuerzo en el centro de la ciudad. Continuación de la visita al hermoso barrio de Malá Strana, barrio histórico admirablemente conservado. Durante la visita peatonal contemplaremos la iglesia de San Nicolás y la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, en la que se encuentra el niño Jesús de Praga. Cena y alojamiento.

Día 4. Praga - Budapest (Bratislava)

Desayuno-buffet y salida hacia Bratislava, la capital eslovaca. Llegada y visita panorámica de una de las capitales más pequeñas de Europa, situada a orillas del Danubio. La visita incluye la entrada a la bella catedral de San Martín. Almuerzo y recorrido hasta Budapest, la hermosa capital de Hungría. Cena y alojamiento.

Día 5. Budapest (Visita ciudad)

Desayuno-buffet. Mañana dedicada a la visita panorámica de Buda, la parte alta de la ciudad. En el recinto del castillo visitaremos la iglesia de Matías y el bastión de los Pescadores. Pasaremos por el palacio Real y subiremos al monte Gellért, desde cuyo mirador se puede apreciar la mejor vista de la ciudad. Almuerzo. Por la tarde, continuación de la visita de Pest, o parte baja de la ciudad. En la misma se incluyen los exteriores de: el parlamento, la basílica de San Esteban, la ópera, la elegante avenida Andrassy, la plaza de los Héroes y el patio interior del castillo de Vajdahunyad. Cena y alojamiento.

Día 6. Budapest - Viena (Schönbrunn)

Desayuno-buffet y salida hacia Austria. Llegada a Viena, la extraordinaria y majestuosa capital del país. Almuerzo. Por la tarde, visitaremos el palacio de Schönbrunn, el que fue residencia de verano de los Habsburgo. Durante la visita se incluye un recorrido por las antiguas cocheras imperiales donde se encuentra la colección de carrozas Imperiales. Cena en un “heurigen”, restaurante típico vienés, amenizada por músicos. Alojamiento.

Día 7. Viena (Visita ciudad)

Desayuno-buffet. Visita panorámica (mañana y tarde) de esta extraordinaria ciudad. Pasearemos por sus callejuelas, hasta llegar a la catedral de San Esteban, los patios del palacio Imperial y visitaremos el salón de gala de la biblioteca Nacional. Almuerzo. Continuación del recorrido pasando por la sede de la ONU, las orillas del Danubio y el Parque del Prater, famoso por su noria gigante. Cena y alojamiento.

Día 8. Viena - Ciudad de origen

Desayuno-buffet y, a la hora convenida, traslado colectivo al aeropuerto para salir en vuelo de regreso. Llegada y fin del viaje.

Muy pocas ciudades pueden presumir de vivir inmersas en una eterna primavera. Y en este caso, no nos referimos a las temperaturas propias de esta estación, sino a un optimismo difícil de encontrar. A la necesidad innata de renacer. De reinventarse y reivindicarse. De gritar alto y claro que hay otra manera de hacer las cosas. De comenzar de cero. En eso, a Praga no hay quien la gane. ¿Cuántas ciudades pueden presumir de atesorar tantos reclamos turísticos como Viena? Desde su generoso legado de arquitectura imperial -uno de los rasgos definitorios de la casa de Habsburgo-, hasta su extensa oferta museística y cultural, pasando por su riqueza gastronómica, o por las numerosas posibilidades de ocio que brindan los hermosos parques y jardines que salpican la capital austríaca. Budapest es doblemente extraordinaria. Por un lado, por el innegable magnetismo que destilan sus incontables monumentos, dignos depositarios del esplendor imperial de los Habsburgo. Y por el otro, por ser un prodigio de arquitectura civil y palaciega en un país donde el paisaje rural es la tónica dominante. Como una amapola que exhibe sus colores en un anodino campo de trigo, la capital húngara es un desafío en sí misma.

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